En la Hacienda San Agustín del Callao



A espaldas del aeropuerto Jorge Chavez de Lima, existen verdes campos de cultivo que desde hace muchísimo tiempo producen papas, cebollas, apios, manzanilla, hierba Luisa, rabanitos, flores, que se comercializan en los mercados del Callao y otros de la gran Lima. Estos campos dentro de poco dejarán de producir y dar trabajo a muchas personas para dar paso a la ampliación del aeropuerto. Sobre las chacras se construirán "modernas" pistas de despegue para los aviones que hoy desde aquel lugar se ven como grandes moles que parten quien sabe a donde.


A la ex Hacienda San Agustín ( Pueblo joven el Allu) se llega en un mototaxi, por un camino de tierra seca, flanqueado por chacras y con un intenso olor a aquella acequia en la que juegan los niños ajenos a las enfermedades que puedan contraer. Sus pobladores saben que su desalojo es inminente y viven en la incertidumbre constante sin saber a donde iran a parar sus familias, sin saber si existe un plan de reubicación de sus viviendas, sin saber que sus derechos de pobladores serán respetados o como sucede en estos casos surgirán antiguos propietarios de las tierras , herederos de burguesías abusivas que arremeteran contra ellos.


Cuenta uno de sus pobladores que aquella incertidumbre y miedo al desalojo se inició en el año 50 , desde entonces ya se hablaba de la ampliación y modernización del aeropuerto Jorge Chávez, mientrás tanto ellos continuaban con sus vidas, con el batallar día a día para llevar la comida a sus hogares y dar educación a sus hijos. En este andar confluyeron distintos grupos humanos en este espacio. Algunos nacieron allí y recuerdan cual era el aspecto de aquel lugar cuando las aguas eran límpidas y los Prado se paseaban a caballo por allí. Otros llegaron del sur , del norte, del centro del Perú y hasta de Japón.


Allí comenzó la construcción de su propio universo, comenzaron a destacar sus líderes, sus maestras, su iglesia, su santo Agustín y su fiesta. Allí cada día en conversaciones se iba tejiendo la vida, en compartir los amaneceres en la chacra, cosechando ajos y cebollas, contándose las historias de sus pueblos, de sus padres ,de sus abuelos y sus costumbres.


Llegar a la Ex hacienda San Agustín y comenzar a "recolectar" los relatos que buenamente accedieron a compartir sus pobladores, los problemas de sus tierras, el olvido de los gobiernos y la historia de la comunidad construida a través del tiempo, aquella historia no oficial, aquella historia que no se encuentra en los libros de texto ni en las enciclopedias, aquellas historias que no se reconocen, que no se oficializan, se inició como asignación de un trabajo universitario, que hoy día se ha convertido en un documento que contiene la memoria y la palabra de la comunidad: Oía mentar la hacienda San Agustín (Convenio Andrés Bello. Bogotá. 2007)


El pasado domingo 11 de noviembre nos reunimos nuevamente en San Agustín para celebrar esta vez junto a la comunidad este "artefacto literario", este libro que desde ya camina solo.

Elizabeth Lino Cornejo. Con la tecnología de Blogger.