¿Hasta cuándo tu silencio? Testimonios de dolor y coraje

Por Elizabeth Lino Cornejo

Fui llorando al cuartel, allí un guardia me dijo: Te voy a matar, ¿Sabes que lo han traído acá? Yo dije: Si sé, por eso vengo. Él me respondió: No está acá, india, chuta, te voy a disparar. Yo le dije: hazme desaparecer junto a mi hijo.
Esperanza Zavaleta



ANFASEP

¿Hasta cuándo hijo perdido? ¿Hasta cuándo tu silencio? Entonando una canción con estas letras marchaban por calles con olor a muerte, atestadas de miedo y militares, un grupo de mujeres, niños y niñas quienes como únicos símbolo
s de lucha política llevaban una banderola y una cruz que en lo alto anotaba “NO MATAR”.  Era 1985 y Juan Pablo II llegaba a Ayacucho, las medidas de seguridad eran extremas y el grupo no pudo llegar a él. Pero esto, sólo para graficar las incontables veces en que caminaron clamando justicia, buscando ser oídas y no encontraron más que silencio, desprecio, humillación y odio de las autoridades.

Caminar ha sido la constante por más de 20 años, caminar y encontrar las puertas cerradas, los rostros amenazantes y la estigmatización. El terror, que una noche las despertó tirando abajo sus puertas, se instaló en sus vidas lanzándolas a las garras de la desesperación.

Han caminado buscando el amparo del gobierno, clamando ayuda para la liberación de sus esposos, hijos, hermanos, para que llegue la ayuda y poder encontrar a quienes a mitad de esa noche terrible habían sido secuestrados. En principio el objetivo máximo de la asociación  fue “identificar el paradero de sus familiares desaparecidos”.

Hoy las mujeres de ANFASEP muestran el rostro, los años han fortalecido sus espíritus de lucha y han vencido el miedo. En sus inicios las mujeres se reunían a escondidas, se conocieron en las plazas, en las puertas de las comisarías, en los botaderos de cadáveres donde sin esperanzas caminaban entre cuerpos putrefactos devorados por perros y cerdos, buscando encontrar al hijo, hermano o compañero a quien les fuera arrancado de sus manos. En medio de aquel dolor, sangre, orfandad y búsqueda las familias se fraccionaron, los hijos fueron desatendidos de sus necesidades  primordiales. Los niños y niñas crecieron en medio de la ausencia, la pobreza y el trabajo.

La Asociación Nacional de Familiares Secuestrados, Detenidos y Desaparecidos del Perú se inició con una reunión un 2 de setiembre de 1983, a los pocos días tres de sus socias viajaron a Lima con el deseo de presentar las denuncias de las desapariciones al Gobierno, durmieron en el Campo de Marte. ANFASEP agrupa a mujeres campesinas quechua hablantes y jóvenes huérfanos quienes injustamente no sólo sufrieron a consecuencia del terror sino por la indolencia y discriminación de un país que aun no es capaz de sentir en su piel este dolor y de un Estado que no llega con la reparación.  

Testimonios de dolor y coraje


Luego vino un capitán, diciendo: "Carajo, debemos matar a esta vieja". Allí le dije: "Señor, yo no tengo miedo de morir, moriré, moriré, les daré los cinco solcitos que tengo, por la pérdida de su bala; pero, primero díganme dónde está mi hijo, cuando sepa dónde está mi hijo voy a morir tranquila"


Angélica Mendoza De Ascarza

El año 2007 la asociación publicó ¿Hasta cuándo tu silencio? Un libro que recoge 33 testimonios de socias y socios de  ANFASEP, cuyo valor como documento histórico radica, además, en que éste en su recopilación y sistematización fue trabajado por los propios jóvenes de la asociación, los niños que caminaron junto a sus madres y que compartieron las mesas del comedor en los días de búsqueda. El libro está divido en dos partes, la primera que da cuenta de la formación de la organización, la creación del Museo de la Memoria ANFASEP “Para que no se repita”, así como el detalle de los antecedentes y la violencia política en Ayacucho. La segunda parte, el grueso de  los testimonios de dolor, injusticia, huida y maltrato, a través de los que conocemos  la lucha, firmeza y determinación en busca de la verdad y la justicia.

El libro se convierte en un documento imprescindible que  nos acerca a una parte importante de nuestra historia desde las voces de sus propios protagonistas con nombres, apellidos y rostros. Un libro necesario que vuelve tangible historias contadas a medias por intereses mezquinos y que además, a tres años de su publicación su difusión no ha tenido la atención merecida.

Hace algunos años los debates académicos cuestionaban la razón de ser del testimonio, quizá para otras sociedades este haya dejado de ser importante y ha quedado relegado sólo a un documento académico del cual se discute sobre estructuras y formas. En nuestro país el testimonio es urgente y necesario porque necesitamos cambios políticos. El testimonio   particulariza la historia, la vuelve de carne y hueso, visibiliza a personas y situaciones que repetidas veces son reducidas a grupos sin mayor importancia por la historia oficial. Nos muestra una parte de vida que no vivimos pero que sucede en torno nuestro. El testimonio tendría que ser introducido para su estudio en las aulas escolares y universitarias, es urgente un viaje a través de la memoria. Necesitamos conocer la historia desde todas las voces, desde todas las luchas, como lo es la lucha de las madres de ANFASEP.

Tarea pendiente

Ninguna “reparación” va a devolverles la vida, la dignidad, ni los años perdidos. Pero el Estado tiene la obligación de  cumplir con la atención  a las familias empobrecidas por el terror, a quienes la orfandad, la estigmatización y el racismo los trató menos que a seres humanos. Y a nosotros, ciudadanos, nos toca mantenernos vigilantes como guardianes de esa memoria, como seres consientes de construir un nuevo país sin olvido, trabajando en busca de justicia e igualdad.

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Asociación Nacional de Familiares de Secuestrados Detenidos y Desaparecidos del Perú-ANFASEP
2007                                             ¿Hasta cuándo tu silencio? Testimonios de dolor y coraje.


Elizabeth Lino Cornejo. Con la tecnología de Blogger.