"Recuperando el hilo de la memoria"- IV Festival Nacional de Narración Oral “Déjame que te cuente” Huancayo 2011

sábado, 8 de octubre de 2011 · Posted in

Elizabeth Lino Cornejo (*)

"Un pueblo no es mortal, y el Perú es un cuerpo cargado de poderosa savia ardiente de vida, impaciente por realizarse..." José María Arguedas  De la carta de despedida 1969

                                            

En el año en que, en el Perú, celebramos el centenario del nacimiento del Amauta José María Arguedas y en ello la evocación a la memoria de este país multiétnico, racial, lingüístico y cultural, el que guarda en lo más íntimo innumerables conflictos y fracturas aun no resueltas; nos ha tocado compartir el IV Festival Nacional de narración Oral Déjame que te cuente y la Primera Narratón Regional, esta vez en la ciudad de Huancayo.

Hace once años que Cucha del Águila, Marissa Amado y la canaria Magda Labarga organizaron el Primer Festival Internacional Narración Oral, el que tiempo después se convertiría en el Déjame que te cuente. Comenzaron así, a partir de la pasión por la palabra y desde el espacio escénico, un acercamiento a la comunidad, para, desde éste, revindicar, fortalecer el hilo de la memoria y darle continuidad a una práctica milenaria “narrar historias”. Y es así que en estos años, por del Déjame que te cuente han pasado no sólo narradores de largos años de experiencia y jóvenes narradores en formación, sino también, artesanos, actores, músicos, poetas populares, investigadores, escritores y escritoras, padres y madres de familia niños y niñas que han compartido en diferentes espacios recuerdos, historias, cuentos, sueños. El Festival Déjame que te cuente tiene versiones nacionales e internacionales, el año 2000 se llevó a cabo el primer Festival Internacional y el año 2006 el primer Nacional, y en cada versión se ha llevado a cabo La Narratón que surgió por iniciativa de Marissa Amado y Palique Cuenteras en la que literalmente, la palabra toma las plazas. Claro está que no es aquí donde comienza la narración oral como “hecho escénico” en el Perú, este tiene antecedentes con veteranos actores, actrices, copleros y declamadores, por mencionar un ejemplo, el que anota el actor Ernesto Raez en su artículo Reflexiones sobre la Narración Oral:

“No podría decir quién comenzó esta actividad o si ella apareció en muchos sitios a la vez. Me remitiré concretamente a los años que estudié en la Escuela Nacional de Arte Escénico (ENAE-1955) en la que, por iniciativa del Doctor Guillermo Ugarte Chamorro comenzamos a contar Cuentos Peruanos e Internacionales. Hablo de contar no de teatralizar que es otro mecanismo. No debemos olvidar que, por su naturaleza de hecho vivo y presente, el teatro es literatura oral y gestual. Narradores, y de alto nivel, han sido Carlos Velásquez, Hudson Valdivia, Ofelia Wolloshin. Lo continúan siendo Delfina Paredes, Elba Alcandré, Helena Huambos, Ofelia Lazo, Myriam Reátegui”.Reflexiones sobre la Narración Oral Enesto Ráez Mendiola http://elconsueta.blogspot.com/

De la misma forma grupos y colectivos de los cuales existen escasos registros. En su gran mayoría nutridos por la tradición popular universal de “guardianes y guardianas de la memoria” que ejercen su papel sin pretensión “mediática ni escénica”, más que explicar el misterio de la vida en un acto tan natural como es el “contar”.

En las líneas que siguen haré anotaciones sobre el Festival de Narración Oral Déjame que te cuente desde mi experiencia y observación como participante invitada y público. Me remito a dos Festivales Nacionales realizados en el interior del país, dado el contexto del IV Festival Nacional realizado este año en Huancayo.

Los Festivales Internacionales merecen un apartado especial, que será presentado en otro artículo, cabe mencionar sobre ellos que en cada una de sus versiones se ha contado con invitados extranjeros extraordinarios. La programación de estos contempla además de las presentaciones en Lima, una programación descentralizada al interior del país. Gracias a la presencia y compromiso de los narradores en el Perú, que vienen participando en el Déjame que te cuente a lo largo de los años, se han realizado presentaciones paralelas en diferentes ciudades y comunidades, como Loreto, Chanchamayo, Arequipa, Lambayeque, Pachacamac, Junín, Cusco, entre otros. Hago las apreciaciones y valoraciones desde mi interés en la reflexión académica sobre la narración oral como hecho escénico y la práctica cotidiana del ejercicio de la palabra, la oralidad y la transmisión de la memoria.



Festivales Nacionales Déjame que te cuente


 


Los Festivales Nacionales se presentan como una propuesta para la reflexión, diálogo y reconocimiento entre los narradores participantes, el contexto cultural y las diferentes expresiones que devienen del tema de la oralidad. Como invitada a los Festivales Nacionales Déjame que te cuente, puedo afirmar que es una oportunidad para el encuentro de jóvenes narradores donde se comparten los diferentes acercamientos a la narración oral, las propuestas y búsquedas a través del ejercicio de la palabra en escena. Es la oportunidad para nutrirse de otras experiencias, como el intercambio pedagógico ofrecido por invitados especiales y de las diversas actividades programadas, además, de las presentaciones escénicas; como diálogos sobre memoria, tradición oral, cine, antropología, literatura y del trabajo de maestros y maestras artesanas. Desde la organización de estos festivales nacionales existe el deseo de descentralización e integración y el de enrumbar hacia la profesionalización de la práctica escénica propiamente dicha en un espacio, como el Perú, donde se carece de espacios de formación y reflexión más allá del hecho mediático.

Memoria y oralidad en la ciudad
- Ayacucho 2008 -

                                                

El año 2008 se llevó a cabo el II Festival Nacional Déjame que te cuente, este desarrolló sus actividades tanto en Lima como en la ciudad de Ayacucho, se invitó a jóvenes narradores y narradoras a compartir, además del espacio escénico, un espacio de reflexión sobre el tema de la memoria y la oralidad en la ciudad. En Ayacucho se nos propuso la observación del lugar y sus historias para contarlas; se compartieron encuentros en centros educativos de diversas comunidades y la misma ciudad. A su vez los narradores y narradoras visitamos el museo de la memoria de la Asociación Nacional de Familiares de Secuestrados y Desaparecidos del Perú (ANFASEP). Para muchos de los participantes entonces, esta fue la primera vez que se acercaban a esta parte de la historia de nuestro país, desde las propias voces de los afectados, a este espacio donde las paredes y los objetos hablan del dolor que se ha quedado impregnado para siempre con olor a sangre en la memoria de un país que pareciera no quisiera reconocerse en sus propios compatriotas. Participamos de las actividades tradicionales por el día de Todos los Santos, una experiencia exquisita fue la vivita a una panadería popular donde las familias hacían largas colas para preparar la “wawas” que luego serían compartidas en las casas, en los cementerios o vendidas en los mercados. Una experiencia de acercamiento a la comunidad que se reflejó en los relatos e impresiones que los narradores y narradoras compartieron más adelante en escena.

Recuperando el hilo de la memoria
- Huancayo 2011 –




Este año el Festival Nacional Déjame que te cuente se llevó a cabo movido por el entusiasmo del narrador huancavelicano José Oregón Morales, quien realiza actividad cultural hace muchos años en el centro del país. Fue después de su participación en el V Festival Internacional realizado el año 2010 que propone realizar el IV Festival Nacional en Huancayo. Es así como bajo la coordinación general de la Asociación Cultural Déjame que te cuente y Alex Sinche, director de Cultura de la Municipalidad de Huancayo se enrumba al desarrollo de este festival.

Fueron días intensos en Huancayo para los narradores y narradoras que participamos del festival, se hicieron presentaciones paralelas en instituciones educativas de nivel inicial, primario y secundario durante las mañanas y las tardes; por las noches se compartieron veladas en el auditorio de la Municipalidad. Todo esto a un costo simbólico para el público, tanto en los colegios como el auditorio, gracias a las gestiones y producción de la Municipalidad de Huancayo. Fuimos quince los narradores y narradoras que compartimos en Huancayo, cada uno y cada una con su particular estilo, búsqueda y repertorio: Cucha del Águila, Manuel Conde, Aroma Subiría, Lorena Best, Fernando Añaños, Juan Carlos Pacheco, Elizabeth Lino, José Oregón Morales, Maite Cortéz, Alicia Saco y Raúl Cisneros. Como invitados especiales se presentaron Nedy Escobar Mincami, Raquel Cordova Chiricente y Galindo Santos Gerónimo, estudiantes de pedagogía en la Universidad Intercultural Indígena en la comunidad Arizona-Portillo-Satipo. De la misma forma participó junto a nosotros el maestro colombiano Jota Villaza, con quien compartimos escenario, conversaciones y reflexiones en torno a la tradición oral, cultura popular y trabajo en escena. Jota Villaza llevó a cabo durante la semana un encuentro pedagógico para los narradores y narradoras, parte del trabajo que imparte en la Escuela de cuentería y oralidad de Medellín, el cual sin duda ha abierto nuevas puertas de exploración a los participantes.

Cuando al iniciar este artículo hago mención a las “fracturas” que vive nuestro país, hago referencia a aquellas distancias que parecieran ser inexistentes y que son negadas constantemente, y que en espacios como este, el que ofrece el festival, podemos identificar. Muestra de ello fue la recepción del trabajo de los jóvenes narradores amazónicos, Nedy Escobar Mincami, Raquel Cordova Chiricente y Galindo santos Gerónimo; quienes han venido haciendo una exploración a la narración escénica desde las narraciones oídas y vivenciadas en sus comunidades de origen, las que fueron presentadas en lengua Asháninca y Nomatsiguenga. Si bien la recepción del público fue amable no dejó de estar presente, el “no entiendo”, “ese es su idioma” o de tener cierta mirada distanciada y exotificadora, de escasa identificación con la lengua, el vestido o la presencia como parte de un todo al que pertenecemos.

Primera Narratón regional

Otro espacio abierto por el Déjame que te cuente, y que merece particular mención es la Narratón, la que como he mencionado líneas arriba, surgió por iniciativa de Marissa Amado y Palique cuenteras y que se lleva a cabo desde la primera edición de este festival. Al finalizar las actividades de la semana se toma un espacio abierto, en este caso fue la Plaza de la Constitución en el centro de Huancayo. “En la Narratón se pueden contar cuentos, leyendas, sueños, sucedidos, pero no está permitido leer ni contar chistes”, bajo esta premisa los narradores y narradoras que han participado en el festival narrando en colegios y comunidades alternan el espacio escénico con público espontáneo que contagiado por lo oído toma el micrófono y comparte una historia. Este año tuvimos cerca de treinta y cinco narradores espontáneos entre niños jóvenes y adultos que con entusiasmo evocaron la tradición oral del Valle del Mantaro así como relatos de la literatura peruana y universal. Es ya costumbre del festival obsequiar un libro a manera de “trueque” por la historia compartida, los que a su vez son donados por amigos y amigas del festival.

Colofón



Desde esta perspectiva, invitando a jóvenes narradores a compartir experiencias de intercambio con comunidades y narradores con mayor experiencia. Abriendo espacios pedagógicos y de participación para la ciudadanía, trabajando desde la investigación, reivindicación y valoración de la oralidad y su práctica milenaria; pienso que el festival Déjame que te cuente busca convertirse en un motor que genere que la narración oral tenga un espacio digno, que se le restituya su valor, respeto y razón de existir, así como a las personas y comunidades a quienes este bagaje les pertenece. Que no se los convierta en mercancía, sino en punto de encuentro y reflexión, que tenga incidencia en las políticas públicas. Es duro luchar contra el centralismo y más aun con la realidad de un país en el que se espera que este tipo de actividades no cubra costos ni requerimientos mínimos y en los que priman el hecho mediático y la propaganda cosificadora.

Contar, narrar, para mí, es un acto político, mi interés está centrado en la tradición oral y la cultura popular, en el reconocimiento de la memoria y la valoración de la voz testimonial. No narro porque “las historias me persigan”, “se me atraganten en la garganta” o quiera “hacer magia” con impostaciones delirantes de estereotipos comerciales. Creo que hay una necesidad real, pienso que no se debiera hablar de una “recuperación” de las costumbres, tradiciones e historias de nuestros pueblos, porque a pesar de tanta lucha por su desaparición están vivos y presentes en la práctica de la vida diaria, resemantizados, reinventados o mixturados. Hablo de la “reivindicación” de estos, de colocarlos en el lugar que les ha sido negados a lo largo del tiempo. En otorgarle valor a las historias tejidas día a día y que las encontramos en las conversaciones con los adultos o en los relatos que grafican el imaginario de los niños a partir de la construcción de historias en torno a su espacio o el referente de sus legados y orígenes. Éstas siempre han estado vivas y frescas, solo que silenciadas, satanizadas, minimizadas, invisiblizadas y menospreciadas por las “élites”; y más triste aun, corrompidas por nuestra propia gente, convertidas en mercancía.

(*) Elizabeth Lino Cornejo. Teatrista, narradora oral e investigadora de temas sociales y culturales. Ha participado del II, III y IV Festival Nacional Déjame que te cuente.


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