La despedida a El Ayllu en la Ex hacienda San Agustín

El Ayllu - Ex hacienda San Agustín Domingo 11 de noviembre de 2007 Presentación del libro "Oía mentar la hacienda San Agustín

En noviembre del año 2007 presentamos en la Ex Hacienda San Agustín - "El Ayllu", el libro Oía mentar la hacienda San Agustín, ganador del premio iberoamericano Andrés Bello, en la categoría Memoria Oral (2006). Un proyecto que nació en las aulas universitarias sanmarquinas bajo la asesoría, entusiasmo y férrea confianza del profesor Manuel Larrú Salazar. Hicimos la presentación del libro en la misma hacienda con el deseo de compartir la alegría de la materialización de dicho proyecto. 
El profesor Manuel Larrú nos había comentado durante el seminario de literaturas quechuas y orales, de la problemática de este lugar, él había llegado a San Agustín por las referencias que le dieron en un pequeño mercado cercano a esta; las flores, ajos, apios y rabanitos que allí se vendían salía de las chacras que circundaban a El Ayllu. Le habían contado que había una confluencia de diversas poblaciones, hijos de migrantes japoneses, migrantes andinos, los nacidos en este lugar y población afroperuana; toda esta población estaba pendiente de un traslado por la ampliación del aeropuerto Jorge Chávez, el que no sabían cuando ocurría. Mas adelante el proyecto del curso se convirtió en un proyecto más sólido, desde las dudas, la inexperiencia, pero con el deseo de contar, a través de las propias voces de los pobladores, la vida en este lugar. Desde entonces supimos de la partida de Melchor, un anciano que en su juventud había trabajado en el servicio de la casa hacienda. Luego partió la Srta. Juanita, quien jamás perdió el porte ni la compostura aun estando en cuidados intensivos, también se fue Don Juan Yara, el hombre de semblante sereno. Ellos se fueron sin ver la real desaparición de ese lugar donde habían pasado sus vidas. 

La Sra. Rosa Dasilva me contó una vez recordando a Juan Yara, " el decía que el día que nos vayamos, todos vamos a hacer una gran fiesta". Hoy domingo 13 de enero de 2013 hay una fiesta en El Ayllu, pero no están ya todos sus pobladores, las chacras han desaparecido y son solo tierra seca, las paredes caídas de las pequeñas casas tienen la inscripción en azul que dice "MTC". Hoy toca una orquesta de salsa bajo el insoportable sol, algunos de los vecinos que ya se han mudado visitan El Ayllu para reencontrarse por última vez en este espacio. Hoy el santo del pueblo San Agustín, acompañado de Santa Rosa han hecho un recorrido de despedida por el pueblo, adelante iba el madero verde cargado por jóvenes mujeres, habían altares, alfombras de flores, bailó por última vez el atajo de negritos de la Sra. Maruja.
He visto al santo y a su gente recorrer las calles en tres momentos que no olvidaré nunca: el primero en una de sus fiestas tradicionales en agosto, saliendo de la misa y entregándose a la polvorientas calles entre sahumadores y vendedores de comida. El segundo, un recorrido recreado para la filmación del programa Costumbres, entonces parecía que el pueblo entero había enloquecido de emoción ante las cámaras, el santo recorrió las calles al compás de la banda y del jolgorio de la gente que llevaba el anda en un movimiento festivo que no había visto antes, casi, casi el Santo bailaba alegre porque saldría en televisión. El tercero, el día de hoy, el santo recorriendo casas derruidas, en ausencia de flores y vegetación en su recorrido final, hasta su rostro tieso de yeso antiguo parecía entristecido. 

Comienza una nueva vida para todos, aquella incertidumbre por la partida y los supuestos e historias sobre su destino, que oímos desde que llegamos han llegado a otro punto, a ese nuevo comienzo. La Sra. Norma Gálvez me decía hoy que los arboles frente a la casa hacienda están con semblante distinto, "uno ha florecido y el otro está seco".... así está San Agustín entre alegrías y nostalgias, entre adioses y nuevos rumbos. Ha llegado la hora de partir, ya este sitio no le pertenece más su gente, dentro de poco el cemento poblará el lugar para hospedar los hangares y las llantas de los aviones.

Oía mentar la hacienda San Agustín, es un libro que contiene historias de vida, testimonios sobre este lugar, la incertidumbre del desalojo, las costumbres del lugar y las que viajaron con la gente que se asentó en dicho lugar. Es un homenaje a la memoria, al recuerdo y la vida.

Elizabeth Lino Cornejo. Con la tecnología de Blogger.